Artículo 2

"Los 10 errores del verano y cómo evitarlos"
Por José María López-Galiacho

Publicado en la revista "Gentleman" en junio de 2016.
www.elaristocrata.com

El calor es el mayor enemigo de la elegancia. Con él llega el deseo de desprenderse de todo menos de lo estrictamente necesario para mantener ese mínimo de pudor que exige el vivir en sociedad. Si el calor de los meses de verano puede hacer perder la elegancia y el gusto, el Gentleman conoce las armas para combatirlo sin necesidad de abandonarse y entregarse a los deseos de la comodidad. Y este mes nuestro Gentleman quiere compartir con nosotros sus secretos para evitar los diez errores más extendidos en estas fechas:

  1. Pasear con traje de baño y chancletas de goma por la ciudad:
    A pesar de lo extendido de esta práctica, deberíamos ser conscientes de que la formalidad que exige el asfalto de nuestras ciudades, nada tiene que ver con la que aplica en la arena de nuestras playas y, por lo tanto, no se debería vestir igual en unas latitudes y en otras. Tan poco elegante resulta presentarse en el chiringuito de nuestra cala preferida con un zapato de doble hebilla como hacerlo con unas chancletas de goma en una sala de cine. Intentemos no abusar en la ciudad de las bermudas y reservémoslas para lugares lejanos a esta y, por supuesto, solo para ocasiones de día.

  2. Seguir apostando por los mismos tejidos que en invierno:
    Es el momento de despedir de nuestros trajes las lanas, las franelas, los melton, las vicuñas y los tejidos más pesados y , por el contrario, apostar por las lanas frías, las alpacas, los linos y los tejidos gabardina.

    En el vestir de sport, los jerséis de punto y los pantalones de algodón sustituyen a los más invernales de lana. Las camisas de lino son imprescindibles en verano y su uso resulta muy elegante tanto acompañando al traje como a los atuendos informales. Los calcetines de algodón sustituirán a los lana, tanto cuando se vista de corbata como cuando se haga de sport.

  3. No pasar el testigo a las hechuras y cortes más desestructurados:
    La relajación de la vestimenta que se da en estas fechas no es óbice para seguir disfrutando de la elegancia que aporta el vestir de traje. Sin embargo, es hora de olvidarnos ahora de los trajes con entretelas de invierno y forros enteros y dar paso a entretelas de verano, medios forros y, en definitiva, a trajes menos armados, menos serios y más ligeros.

    El frescor de la noche es el perfecto aliado para disfrutar de las chaquetas de sport más estilosas y desestructuradas. El abanico de telas y diseños entre los que elegir es muy amplio y las chaquetas de colores veraniegos, sin hombreras ni forro alguno y de mangas ajustadas nos acompañarán con carácter en los bares y terrazas de moda.

  4. Continuar vistiendo la misma paleta de colores que en invierno:
    Si el verano se llena de luz y calor, ¿por qué seguir abusando de los azules y grises oscuros?. Introduzcamos colores claros y alegres, que no llamativos, como linos claros, azules cielos o grises suaves. Sin duda esto diferenciará al Gentleman más entendido del que viste traje como si de un mero uniforme se tratara.

    En el atuendo de sport demos entrada a pantalones de corte más desenfadado y apostemos por colores más propios de esta estación. Hagamos lo mismo con los jerséis, las camisas y, por supuesto, con los calcetines.

  5. Apostar por camisas de manga corta:
    Una camisa de manga larga ligeramente remangada resulta más estética que una de manga corta. Vigilemos que no queda el codo descubierto y acertaremos. Si seguimos prefiriendo el frescor de la camisa de manga corta siempre resultará más elegante elegir un sencillo polo. Evitemos que el calor doblegue nuestra voluntad y consiga desabotonarnos varios botones de la camisa. Ni qué decir tiene que las camisetas de tirantes tienen prohibido ocupar espacio alguno en el armario de nuestro Gentleman.

  6. Decir SÌ a los calcetines los negros:
    Si bien la vestimenta de corbata sigue exigiendo el uso de calcetines, hay que tener presente que si en invierno resultaba muy aconsejable apostar por colores alejados del negro, en verano es sencillamente obligatorio elegir otras tonalidades.

    Con ciertos atuendos de sport se puede llegar hasta a prescindir de los calcetines pero cuando se vistan escojámoslos de algodón con algún diseño interesante y de hilo de Escocia si fueran lisos.

  7. No cambiar los zapatos armados y de cordones al vestir de sport:
    Si bien los zapatos que acompañan al traje en verano poco varían de los de invierno, los ya clásicos “gominos” o las cada vez más conseguidas alpargatas son una opción muy acertada en la vestimenta informal más estilosa. La ventaja de vestir estos zapatos sin calcetines concede después de un abrigado invierno, además de elegancia, también un merecido respiro a nuestros pies.

  8. Mezclar prendas de invierno y verano:
    Evitemos la extendida práctica de vestir una chaqueta de verano con un de pantalón de invierno ya que rompe la armonía del conjunto. Igualmente, no nos dejemos arrastrar por la reciente moda de mezclar prendas de diferentes temporadas. Seguramente combinar una chaqueta cruzada con unas bermudas sea algo muy fashion pero no es elegante y mucho menos coherente. Vestir un doble hebilla sin calcetines, será muy trendy pero ni es bueno para nuestros pies y mucho menos lo es para nuestros zapatos. Y aunque también cada vez esté más extendido, tampoco resulta elegante acompañar un traje de baño de unos mocasines.

  9. Prescindir de corbata con el traje:
    Si tenemos que vestir con traje no sigamos la práctica de desprendernos de la corbata en cuanto haga su aparición el calor. Si queremos prescindir de la corbata escojamos antes que el clásico traje, un conjunto de dos piezas, formado por un pantalón y una chaqueta independientes, algo por cierto muy agradecido en verano, y el traje sigámoslo vistiéndolo siempre con corbata.

  10. Escoger los mismos complementos que en invierno:
    Aunque en la vestimenta formal la corbata sigue siendo imprescindible, ahora es el momento de apostar por las exclusivas corbatas sin entretelar. Igualmente, las de punto tipo tricot sustituirán muy acertadamente a las de seda de entretelas gruesas. Las gorras de beisbol son siempre una buena elección para protegernos del calor mientras hacemos deporte pero una vez ya las zapatillas descansen en el armario resulta más elegante, al igual que fresco, optar por un buen sombrero ecuatoriano, que no de paja, de ala estrecha y badana de franjas a colores. Algo muy importante y que tendría que ser diferente en invierno y en verano es el perfume. Las fragancias más frescas se convierten en las protagonistas de estas fechas sustituyendo a las más intensas de invierno.
Respetando estas diez normas no perderemos nuestra elegancia de invierno y esta seguirá siendo nuestra mejor tarjeta de presentación.

Autor: Jose María López-Galiacho González
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